dimarts, 23 de febrer del 2021

El cop d'estat del 23F 1981 i Menorca

 Avui fa 40 anys del cop d'estat que va fracassar... 

La revista "Actual", el 1982 va publicar la "llista negra", una llista amb 3000 noms. Entre ells algunes persones de Menorca.

També és interessant recuperar el reportatge de M. A. Limón al "Menorca" del 10è aniversari del 23F.






Afegim l'escrit que ens ha deixat Antonio Casero, explicant el seu anàlisi i les seves vivències. Gràcies!


23-F de 1981.  23-F DE 2021

 

Este año se conmemora con mayor resonancia  el intento de golpe de Estado que se llevó a cabo en 1981 y que muchos lo guardamos en nuestra memoria.  Estas conmemoraciones desde el poder está enmarcada en relanzar el papel de Felipe VI en estos momentos de crisis de la monarquía.  Para comprender esa historia tendríamos que situarnos en esos años de la transición que los movimientos y las reacciones de los sectores ultras estaban muy presentes en toda nuestra sociedad que iniciaban cambios y transformaciones en nuestras estructuras políticas y económicas. En la medida que se iba  desmontado  todo el sistema de la dictadura y se perdían los privilegios de los que formaban las columnas que sustentaban al régimen, crecía el malestar en los sectores más ultras de las fuerzas armadas y en los cuerpos de la seguridad que no creían en la democracia que se había refrendado con la Constitución del 78.

En los últimos años se ha estado publicando muchos trabajos sobre el 23-F, pero aún hay muchas  dudas sobre los diferentes comportamientos que no nos permiten conocer realmente la implicación pasiva de Juan Carlos de Borbón. Es hora de abrir  todos los archivos y no haya nada clasificados como secreto. Mientras tengamos esas dudas, tendremos que seguir pensando que ese intento golpe de Estado era conocido por el  rey. No nos debería extrañar nada, ya que era un hombre que se soltaba con facilidad y mostraba de forma campechana  en su entorno los que unos y otros les planteaban sobre la salida a la crisis que se vivía por el desarrollo constitucional.

Con una investigación en todos los archivos se podría comprender  que ese intento de golpe de Estado no fue una cuestión militar, sino que habría una élite civil que fue eclipsada por militares.

Unos momentos en que algunos colectivos mantuvieron un papel más discreto y no actuaron abiertamente en la denuncia a los sectores golpistas ni en la defensa de las libertades  y la democracia, por que en el fondo empezaban a añorar sus comportamientos en el viejo régimen.

Ese día no sentí miedo, mi preocupación era ver la situación  que mi mujer y mis dos hijos tendrían con el triunfo de esos fascistas y militares que aquí en la isla tendrían  ganas de eliminar a varias decenas de menorquines, y de esa manera  dejar libre del camino para seguir especulando , destruyendo  la isla con sus métodos corruptos y criminales al ver que las izquierdas les frenaban sus aspiraciones económicas. La corrupción en la Administración ya empezaba a germinar con el comportamientos de altos funcionarios. Íbamos avanzando en las libertades, en democracia , pero todo el aparato del Estado estaba en manos de los funcionarios del régimen franquista, ya fuesen Secretarios,Interventores, Registradores, Notarios, Abogados del Estado, Judicatura, y otros profesionales.

En esas horas nos vimos rápidamente en Maó varios del PCE para guardar con máxima seguridad todos los datos que pudieran afectar a compañeros, cosas que sabíamos hacer con total garantía. El hecho de asistir al funeral del padre de Andreu Murillo nos permitió que compañeros del PCE de varios pueblos de Menorca nos pudiéramos ver unos momentos en la sede del PCE.  Quedamos que ya nos iríamos conectando y que no usáramos para nada los teléfonos, por si acaso estaban intervenidos .Nos vimos con amigos del PSOE y del PSM, todos preocupados por las noticias que nos llegaban de otros lugares. Nervios , inquietudes , miedos  y rabia eran lo que teníamos en esos momentos. No teníamos ni ideas cuales podrían ser las reacciones de aquellos militares y elementos de la extrema derecha que hicieron la lista de 23 menorquines que deberían ser eliminados en caso de haber una intervención en la Isla. Una lista que se  confeccionó en la reunión en el Gobierno Militar en las semanas de octubre de 1975 cuando el dictador estaba internado en La Paz. El conocimiento de esa lista me llegó a través de un reconocido empresario  de bisutería que vino a verme a la oficina , que hizo de puente de un alto militar ( B.P.) ,que me tenía un aprecio profesional. Tras la marcha de mi amigo M.C. se lo comuniqué a  Salvador Pérez-Chuecos y Pepe Sintes que ellos me seguían en la lista que encabezaba y que me acababan de comunicar la persona que se acababa de ir.   Esa lista  seguramente  se basaba en compañerismo y la fraternidad que compartíamos durante unos años en el trabajo comercial, y de nuestro compromiso político antifranquista. En el PCE teníamos conocimientos de todos los movimientos que se intentaron hacer dentro de los diferentes cuerpos del ejercito. Así fuimos comprendiendo la actitud de llegar a un  acuerdo con los Pactos de la Moncloa  y unos meses más tarde el defender un Gobierno de concentración como alternativa unitaria para defender las conquistas , las libertades y a Suárez, que era más garantía que el monarca, que ya estaba siendo muy influenciado por los poderes militares y forzando los cambios para no avanzar en el desarrollo autonómico. Durante esos meses escuchamos muchos movimientos de sables.

Sobre las nueve de la noche  del 23-F vinieron a verme dos miembros de la policía  J.T  y E. a hablar conmigo para tranquilizar a mi familia , a mis compañeros y que estarían atento a nuestro domicilio , de la sede y de otros compañeros para que no fuéramos molestados. Ellos se preocuparían de nuestra seguridad. Siempre le he agradecido a J.T y E.  aquella profesionalidad y su compromiso para defender nuestra democracia.

En casa había nervios, no podíamos comunicarnos con nadie, siempre pendiente de la radio, del teléfono y de los pasos que escuchábamos en la escaleras,  y que los niños no se enteraran más de la cuenta. Internamente muy preocupado por mi hermano, mis padres, amigos y sobre todo por la difícil situación en que se encontraría en los primeros momentos mi familia. No pude dormir, sufría con un llanto sin lagrimas, y sin ganas de hablar. Solo escuchaba muy flojo la radio y los ruidos de la escalera. Amalia no hablaba, el miedo y el panorama que teníamos era bastante cruel con unos niños de pocos años, para que ella comprendiera el momento. Nuestra situación era muy delicada y sin el más mínimo patrimonio. Ella en caso de que fuera mal la cosa podría conectar con unos amigos empresarios que en otros momentos se habían ofrecido ayudar en esos momentos de apuros.  Sabíamos que estos dos policías nos avisarían si las cosas se complicaran.

Luego escuché la intervención del Rey, que podía haberlo hecho a los pocos minutos en que la noticia saltó por todos los medios. Esperar unas horas nos da para dudar de esa persona que seguramente esperaba que ese intento de  golpe se configurara como él y otros habían estado comentando para frenar la escalada autonómica que se iba desarrollando y que según los ultras rompían la unidad de España.

En esos años con la participación de los partidos políticos y agrupaciones en las instituciones se había conseguido un diálogo y entendimiento entre dichas fuerzas sin que hubiera una crispación que alimentara el odio ni la venganza. Había muy buenas relaciones y una desconfianza política a la hora de abordar problemas culturales y políticos.

El malestar estaría en pequeños núcleos de personas que iban perdiendo sus privilegios y que no toleraban que la democracia fuera dando respuestas a los problemas territoriales y del reconocimiento de la cultura de todos los pueblos y nacionalidades del Estado. Volvían continuamente a reclamar la unidad de España y a cargar contra Suárez, que según ellos era el que había traicionado el testamento de Franco. Pero la verdad de todo ese calentamiento mental de la ultra derecha estaba en que se les recortaban todas sus iniciativas de especulación urbanísticas y se iba implantando un sistema fiscal que hasta ese momento no existía para ellos. La corrupción se fue acotando, aunque se observaba en muchas decisiones en las Administraciones. Teníamos una libertad , pero todo el aparato del Estado y de las instituciones locales estaban en manos de antiguos funcionarios formados en la dictadura.

En la isla no había una organización que aglutinara a las personas de la ultra derecha, no existía,  pero si había personas que participaban en potenciar a la derecha más rancia culturalmente como era el AP,  que no lo tenía fácil  con la UCD, que era el partido que aglutinaba a los sectores reformistas y moderados de toda la isla , que deseaba salir del viejo sistema e integrarse en las corrientes europeas.  Es así que veía difícil la actuación de los aspirantes golpistas en la isla, y si  triunfara las consecuencias vendrían por activistas de fuera con conexiones con  gente ultras de la isla, y el apoyo de determinados militares y de miembros de la vieja guardia. En esos pocos años las izquierdas habían frenado la escalada urbanística y a  través de la cultura y movimientos sociales estaban creando una nueva sociedad  más abierta y solidaria. Siendo así que comprenderemos la actitud de esas fuerzas minoritarias de las derechas que tenían como objetivo cargar no solo contra los militantes comunistas, socialistas, nacionalistas y sindicalistas, sino contra una parte de la iglesia católica que se había desmarcado del régimen y aceptaba los cambios políticos y las reivindicaciones sociales.

 

Luego en todas España se hicieron manifestaciones para condenar el intento de golpe y de defender la Constitución. Aquí en Maó también la hicimos con una gran participación. Al terminar en la Pl. Miranda se dieron varios vivas, a mí me pidieron que dijera Viva el Rey, yo preferí y grité “ viva la democracia “. Los de UCD lo entendieron.

 

 

Es así que unos meses más tarde se pudo confirmar que con la eliminación de Suárez  y la aprobación  de la LOAPA triunfó  el espíritu de los golpistas, que era el frenar y reconducir las autonomías. El gran error se cometió al no ser consciente que la situación era grave y que un gobierno de concentración hubiera seguido dando respuestas a los problemas que sufríamos. Pero  el PSOE  había asumido que el modelo democrático para nuestro país estaba en el bipartidismo. Así podemos comprender muchas cosas de ahora.

El 20 de agosto de 1982 la revista Actual publica una relación de los que iban a morir el 23-F.  No es ningún trabajo de investigación, es un trabajo periodístico que recoge todas las listas de las candidaturas de las izquierdas y nacionalistas de las elecciones generales de 1977.

Todos los nombres de las personas comprometidas en las luchas contra la dictadura están en los archivos de la Brigada Político Social y del Servicio de Información Militar. Es el trabajo que deberían hacer los historiadores  entrando en esos archivos de  la antigua Brigada Central de Información como en el CESID  y SECED. La lista que se elaboró en el Gobierno Militar de Menorca partía de los Servicios de Información Militar.

  1. Casero

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