Mn. Josep Salord i Farnés
(Ciutadella , 16 d´octubre de 1911 - Ciutadella 26 de juny de 1969)
El 18 de maig de 1978, l´Ajuntament acordà per unanimitat nombrar-lo
"Fill Predilecte" de Ciutadella.
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La voz catalanista de Salord i Farnés se vuelve a escuchar
Joana Moll Capó dedica su conferencia al hijo ilustre de Ciutadella en el pregón de Sant Antoni
H.Martínez | 16/01/2012
Joana Moll fue la encargada de leer el pregón, rememorando la vida y obras de Salord, y con un acierto no poco sugerente con el contexto actual.
16-01-2012
| SERGE CASES
Las palabras que mossèn Josep Salord i Farnés pronunció en laCatedral hace 59 años en el sermón que ofreció a los ciutadellencs en el día de Sant Antoni cobraron vida de nuevo ayer de voz de Joana Moll Capó, filóloga y profesora encargada de ofrecer el pregón de la Diada en el Ajuntament de Ciutadella.
Al oírla, no fueron pocos los que en la Sala de Plens esbozaron una sonrisa de complicidad con aquel hijo ilustre del municipio al que se le rindió ayer homenaje por el reciente centenario de su nacimiento y que, sin saberlo, dejó escrita en la historia de Menorca una reivindicación que hoy vuelve a hervir dentro de muchos menorquines. Aquellos que el sábado, por ejemplo, salieron a manifestarse contra la política lingüística del Govern Bauzá. Los que no estuvieron allí, ayer no sonreían.
«Qui dubta que una de les coses que més caracteritza un poble és la seua llengua, expressió del seu esperit? Estimem, per tant, i conservem aquest llenguatge nostro, aquest rallar en pla, que en tal dia com avui se va començar a parlar dins la nostra illa amb els conqueridos -en referencia a Alfons III- i que els nous pobladors van transplantar definitivament de llur comarques d'origen. És també herència sagrada dels nostres pares».
Con estas palabras acabó su discurso el sacerdote en 1953. Ayer las tomó prestadas Joana Moll Capó para concluir también su pregón, que inevitablemente se ‘vistió' de significado político, pero que mantuvo intactoel amor y la pasión de Salord por «nuestra lengua», a la que la pregonera hizo referencia innumerables veces, y que fue «insignia indestructible que dirigió el curso de su existencia y de la que fue fiel defensor».
Moll empezó sus palabras haciendo un viaje por la vida de Salord i Farnés, del que destacó su personalidad «sencilla, humana, humilde y muy tolerante», que gracias también a su accesibilidad, le convirtió en una persona muy cercano al pueblo. «Dócil» fue una palabra que también usó Moll para describir al sacerdote.
Su «lucha por la defensa del catalán», sin embargo, se intensificó a principios de la década de los 60, ante la negativa del Concilio Vaticano II de incluir el catalán dentro de la liturgia. Salord reaccionó «haciendo oír con fuerza su voz para defender el catalán y no el castellano como lengua propia de Menorca».
Pidió a las autoridades eclesiásticas que dieran las normas y disposiciones «más justas para satisfacer los derechos y necesidades lingüísticas de los fieles de nuestra isla».
Su actitud de firmeza en lo que a lengua se refiere quedó plasmada en infinitud de escritos y artículos, y su influencia fue tal dentro del mundo cultural catalán que fue invitado para asistir a los Jocs Florals que se celebraron en el Alguer. En Menorca, fue «el precursor» de esta lucha, aseguraba ayer Moll.
Fue un promotor «muy activo» de la cultura de Menorca, a la que Moll comparó ayer con la «savia» que, junto a la religión movió el espíritu de Salord. Una afirmación que él mismo confirma con la dedicación que plasmó en su obra Pro aris et focis: «A la memòria dels meus pares que, amb la sang, em comunicaren l'esperit i l'amor de la nostra terra».
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